El buen funcionamiento de un biodigestor depende de las personas que están a cargo de él, las cuales deben tener presente las siguientes recomendaciones:
1. Cargarlo todos los días con 30 kg de estiércol (de vacas o cerdos) revuelto con 60 litros de agua. Por cada parte de estiércol se utilizan dos partes de agua no contaminada con sustancias de síntesis química, tierra ni otros residuos (plantas forrajeras)
2. Revisar la manguera de conducción del gas del biodigestor a la cocina para sacarle el agua evaporada y condensada que no permite el paso del gas hasta la estufa.
3. En caso de observarse pérdida de gas dentro del biodigestor se debe revisar si presenta orificios para taparlos por medio de parches con tornillos o con cinta especial para polietileno.
4. Proteger el biodigestor de la acción de animales a través de un techo en cinc y cubriendo algunos espacios con sacos de fibra u otro material.
5. Aproximadamente a los ocho días de construido el biodigestor es recomendable sacarle
el aire para tener la seguridad que el gas presente en él es en su mayoría gas metano (utilizado para la cocción de alimentos).
6. Proteger el biodigestor de arrastre de partículas sólidas en tiempo de lluvia con la construcción de canales de desagüe en la parte superior.
7. Instalar a la salida de la tanqueta de carga una manguera que permita la conducción de este líquido para abonar cultivos como pasto, caña, bayo, entre otros, evitando encharcamientos. Igualmente, este líquido se puede utilizar para esparcírselos a cultivos de riego en una proporción 1:3 (una parte de líquido del biodigestor por tres de agua).
8. Evitar que el biodigestor sea una carga más para la familia, por tanto se puede adecuar un tubo de 3” del establo o de la cochera al biodigestor para evitar cargar estiércol.
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